MSF pide que partes garanticen acceso humanitario sin trabas a la población en Goma

MSF señala que el hospital de Kyeshero en Goma enfrenta una creciente afluencia de heridos, mientras la población carece de acceso a servicios básicos tras recientes combates del M23

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Kinsasa, 29 ene (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue recibiendo heridos en el hospital de Kyeshero de Goma, principal ciudad del este de la República Democrática del Congo (RDC) y tomada por el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) tras intensos combates con el Ejercito congoleño, informó este miércoles la ONG, que pidió un acceso humanitario sin trabas a la población.

"Ante el continuo deterioro de la situación, MSF hace un llamamiento urgente a las partes beligerantes para que adopten más medidas de protección para la población civil, respeten las normas más básicas del derecho internacional humanitario, en particular el respeto a la misión médica, y garanticen el acceso humanitario para proporcionar ayuda médica esencial a la población", indicó MSF en un comunicado.

Tras los enfrentamientos armados y la inseguridad de los últimos días, este miércoles "los combates parecen haber remitido", señaló.

Cuando los combates entre el M23, el Ejército congoleño y sus respectivos aliados llegaron al centro de Goma a principios de semana, "el pánico se apoderó de la ciudad, con un impacto devastador en la población", subrayó la ONG.

Desde hace varios días, precisó, Goma está aislada del resto del mundo y las víctimas de los combates siguen acudiendo "en masa" a los centros médicos, pero ni las instalaciones humanitarias ni las estructuras médicas han escapado a la violencia.

"En el hospital de Kyeshero, una bala perforó el techo del quirófano durante una operación", explicó desde Goma Natalia Torrent, coordinadora de emergencias de MSF en Kivu del Norte.

"Muchos de nuestros stocks de material y medicamentos han sido saqueados, poniendo en peligro nuestro apoyo médico dentro y fuera de Goma. Los saqueos a mano armada también han afectado a nuestros colegas que viven en Goma", aseveró Torrent.

A pesar de la situación, MSF sigue trabajando en el hospital de Kyeshero, desbordado por la afluencia de heridos, para apoyar al hospital de Ndosho, donde trabajan equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Desde el pasado jueves, han sido atendidos 142 heridos y, sólo este martes, MSF recibió 37 heridos, la mitad de ellos civiles y la mayoría mujeres, por impacto de metralla o balas.

Desde el pasado viernes, además, la población ha tenido que hacer frente a continuos cortes de agua corriente y electricidad.

MSF advirtió de que las necesidades médicas y humanitarias en Goma y alrededores siguen creciendo. En las últimas semanas, decenas de miles de personas se han sumado a las 650.000 que viven desde hace más de dos años en campos alrededor de la ciudad, donde los combates también han hecho estragos, dejando vacíos varios de ellos.

"El impacto de estos combates sobre la población civil es enorme. Además de los heridos y los muertos, recibimos informes devastadores de los campos de desplazados", dijo Stephan Goetghebuer, responsable de programas de MSF en Kivu del Norte.

La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE

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