Revelan que un mar 5,5 grados demasiado caliente alimentó el mayor ciclón del Mediterráneo

Temperaturas récord en el Mediterráneo potenciaron la tormenta Daniel, provocando daños devastadores en Grecia y Libia, con miles de muertos y pérdidas económicas significativas en la región

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Palma, 21 ene (EFE).- Investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados Imedea (CSIC-UIB) y de la UIB han revelado el papel crucial que tuvieron las temperaturas récord del Mediterráneo, de hasta 5,5 grados por encima de lo normal, en alimentar el mayor ciclón de la historia de la región, ocurrido en septiembre de 2023.

Un reciente estudio publicado en la revista "npj ClimateandAtmosphericScience" muestra cómo las temperaturas anómalamente altas de la superficie del mar contribuyeron a la intensificación de la tormenta Daniel y la convirtieron en el ciclón más mortífero registrado jamás en el Mediterráneo, ha informado la Universitat de les Illes Balears (UIB) en un comunicado.

La tormenta Daniel, formada a partir de un sistema de baja presión el 4 de septiembre de 2023, evolucionó rápidamente en el corazón del Mediterráneo hasta convertirse en un 'medicane', un ciclón mediterráneo con características tropicales.

Durante su trayectoria, dejó precipitaciones sin precedentes: en Grecia se acumularon más de 700 mm (litros de agua por metros cuadrado) en apenas 18 horas, mientras que en Libia se registraron 414 mm en un solo día en Al-Bayda.

Estas lluvias extremas provocaron el colapso de infraestructuras críticas, lo que desató una catástrofe humanitaria, con un saldo estimado de entre 4.000 y 10.000 fallecidos y daños económicos que superan los 20.000 millones de dólares (unos 19.200 millones de euros).

El estudio identifica las temperaturas elevadas del mar, con anomalías de hasta 5,5 °C por encima de la media histórica en algunas zonas, como el factor principal que intensificó la tormenta. Estas temperaturas proporcionaron energía y humedad adicionales que potenciaron la intensidad del ciclón y las precipitaciones extremas.

Para entender el impacto de las altas temperaturas del Mediterráneo en la tormenta Daniel, los científicos utilizaron un modelo climático avanzado llamado 'Weather Research and Forecasting' (WRF) que permitió simular dos escenarios: uno con las condiciones reales de 2023 y otro en el que se eliminó el efecto del calentamiento de la superficie del mar.

Entre los hallazgos más importantes del estudio destaca que las altas temperaturas del mar añadieron más humedad al aire y generaron lluvias que nunca se habían visto.

Además, los investigadores confirmaron que el calentamiento global fue un factor determinante en las temperaturas extremas del Mediterráneo, dado que intensificó tanto la fuerza como los daños de la tormenta. Sin estas anomalías de temperatura, la tormenta habría sido mucho menos severa.

"Sin unas temperaturas del mar tan altas, la tormenta Daniel no habría generado las lluvias tan extraordinariamente intensas", apunta Daniel Argüeso Barriga, uno de los autores del estudio.

Además, el modelo climático del estudio logró reproducir con exactitud los patrones de lluvia registrados durante la tormenta, lo que valida la metodología y destaca la importancia de estas herramientas para anticipar fenómenos extremos.

El Mediterráneo ha experimentado un aumento sostenido de temperatura en los últimos años, con récords consecutivos durante los meses cálidos de 2022 y 2023. Este calentamiento intensifica las tormentas tropicalizadas como Daniel y amplifica otros fenómenos extremos como olas de calor e intensas precipitaciones en la Europa central.

Los investigadores han destacado la "urgencia" de mejorar los modelos climáticos para incluir interacciones aire-mar en tiempo real y validarlos con datos de alta resolución; y de incrementar la cooperación internacional para compartir datos meteorológicos y mejorar la previsión y respuesta a eventos extremos.

Profundizar en la investigación sobre el papel de la temperatura de la superficie del mar en otros fenómenos similares como las lluvias extremas en Europa central o ciclones tropicales en otras regiones, es otra de las líneas de trabajo que apuntan.

Advierten de que, a medida que las temperaturas del Mediterráneo sigan subiendo a causa del cambio climático, es probable que la región experimente tormentas más intensas. En este contexto, la región afronta retos significativos para adaptarse a ese nuevo paradigma climático.

Invertir en sistemas de alerta temprana, infraestructura resiliente y políticas climáticas basadas en la ciencia será clave para mitigar los impactos de estos eventos, concluyen.EFE