Jerusalén, 21 ene (EFE).- El 7 de octubre de 2023 representó uno de los mayores fracasos militares y de inteligencia de la historia de Israel: miles de milicianos palestinos, liderados por Hamás, lograron atravesar la valla fronteriza y atacaron a las comunidades cercanas a la Franja de Gaza, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a 251.
Desde entonces, ningún cargo político ha asumido responsabilidad por el 7 de octubre, y todas las dimisiones se han producido en los ámbitos militar o de inteligencia, el último Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor, máximo jefe militar, quien presentó hoy si dimisión.
1. Aharon Haliva, el que fuera entonces jefe de la inteligencia militar, fue el primer cargo de responsabilidad que dimitió por la masacre. Lo hizo el pasado 22 de abril.
Ya en octubre de 2023, Haliva, con 38 años de servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), asumió parte de la culpa por la lenta respuesta a los miles de milicianos de Hamás que ese día tomaron el control de más de una decena de comunidades israelíes y llegaron a desplegarse en un 3 % del territorio.
2. El 9 de junio presentó su dimisión el general de brigada Avi Rosenfeld, comandante de la División de Gaza, tras 30 años de servicio en el Ejército israelí.
"Siento dolor y estoy agobiado por el alto precio pagado cada día. El precio que pagaron los ciudadanos, los soldados y las fuerzas de seguridad, así como la pérdida de muchos amigos", escribió Rosenfeld en su carta de despedida.
3. El jefe para el distrito sur de la agencia de inteligencia interior (Shin Bet), cuya identidad, como la del resto de agentes del órgano, es un secreto, dimitió el 10 de julio.
En su discurso de despedida, el responsable destacó que sentía "la obligación personal y moral de pedir perdón a todos aquellos cuyos seres queridos fueron asesinados, cuyos hijos cayeron en combate, a los que fueron tomados como rehenes y devueltos, a aquellos que todavía están cautivos por el enemigo, y a todos los que fueron desplazados en su país".
4. El comandante Yosi Sariel, a cargo de la unidad 8200 de inteligencia del Ejército israelí (la más numerosa de las fuerzas armadas), presentó su dimisión el 12 de septiembre por su responsabilidad en los ataques del 7 de octubre.
Según un informe recogido por el canal 12 de noticias, la cadena israelí más popular, la 8200 fue la encargada de diseñar el sistema de alertas para advertir de una posible invasión de los milicianos gazatíes en 2014.
A menos de un mes del aniversario de los ataques, Sariel presentó su dimisión de acuerdo "con el estado de la guerra, con los procesos de consolidación del servicio y de construcción de resiliencia en la unidad, así como tras la finalización de los procesos de la investigación preliminar sobre lo sucedido".
5. Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor, presentó este martes su carta de renuncia y dijo que prevé dejar el cargo el próximo 6 de marzo.
El máximo responsable militar ya había avanzado que tenía pensado dimitir una vez terminara la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza. En su carta, defendió que Israel ahora tiene "ventaja" en todos sus frentes (Gaza, Líbano, Siria, Cisjordania, Irán y Yemen), por lo que es el mejor momento para dejar el cargo.
6. Junto a Halevi, presentó también su dimisión el oficial al cargo del Comando Sur de Israel (donde se encuentra la Franja de Gaza), Yaron Finkelman.
La mayoría de la sociedad israelí, incluso los votantes que apoyan a la actual coalición de Gobierno, están a favor de que se establezca una comisión pública para investigar el 7 de octubre.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que hasta la fecha no ha aceptado ninguna responsabilidad por el 7 de octubre, se ha negado a considerar la puesta en marcha de un proceso de investigación público mientras continúe la guerra, y ha puesto el foco en las investigaciones militares.
El mes pasado, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó a Halevi presentar antes de febrero de 2025 todas las investigaciones internas del Ejército sobre los ataques, y dijo que no aprobará los nombramientos de nuevos generales hasta entonces.
Después de 15 meses de combates casi ininterrumpidos, el domingo entró en vigor la primera fase de un acuerdo de alto el fuego con Hamás que prevé la salida de 33 de esos rehenes a cambio de más de 1.900 presos palestinos.
Durante esa primera fase, de seis semanas, está previsto además que tengan lugar las negociaciones para una segunda fase de la tregua, en la que se completaría la liberación de todos los secuestrados israelíes en Gaza y se sentarían las bases del fin de la guerra. EFE
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