El Getafe, mínima posesión, máximo rendimiento

Getafe logra resultados positivos con poca posesión, destacando su fortaleza defensiva y la estrategia de José Bordalás para competir en la Liga y la Copa del Rey

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 Juan José Lahuerta

Getafe (Madrid), 19 ene (EFE).- Con apenas un 22 por ciento de posesión, el Getafe sacó petróleo frente al Barcelona con un sufrido empate (1-1) que dio continuidad a una semana exitosa marcada por la ausencia del control en el conjunto azulón: días antes, frente al Pontevedra, ganó 0-1 tras sumar apenas un 16 por ciento del total de la posesión.

Su entrenador, José Bordalás, ha conseguido maximizar el poco tiempo que sus jugadores consiguen manejar el juego de los partidos. Con muy poco, consigue mucho. Y en los últimos días, con una media del 19 por ciento de posesión en un par de encuentros, ha conseguido alcanzar los cuartos de final de la Copa del Rey y provocar un pinchazo que complica la Liga al Barcelona.

El técnico del Getafe rentabiliza todo el potencial de una plantilla con bastantes carencias. Él mismo avisó en la pretemporada que tanto el número de futbolistas que la componen como la experiencia en la élite de los refuerzos era, a todas luces, insuficiente.

Pero eso no ha impedido a Bordalás exprimir sus piezas hasta el límite para conseguir un equipo competitivo pese a las salidas de nombres importantísimos en los últimos cursos como Jaime Mata, Nemanja Maksimovic, Gastón Álvarez, Mason Greenwood o Enes Ünal. Sus sustitutos, Bertug Yildirim, Álvaro Rodríguez, Christantus Uche, Peter Federico o Juan Berrocal son proyectos de buenos jugadores con muy pocos minutos en Primera División.

Fortaleza defensiva para cubrir carencias arriba

Incluso alguno como Uche, procedente del Ceuta de la Segunda RFEF, no conocía la sensación de jugar en la máxima categoría del fútbol español. Bordalás, durante meses, ha engrasado su nueva maquinaría, con una carencia enorme de goleadores, para hacerse fuerte atrás y sumar a partir de una buena defensa.

Y eso es lo que sufrieron tanto el Pontevedra como el Barcelona esta semana. El Getafe jugó ambos encuentros en su mejor momento defensivo del año y frente a las complicaciones supo reinventarse para sacar resultados positivos.

Contra el Pontevedra, la falta de posesión estuvo marcada por la expulsión en la primera parte de Álvaro Rodríguez, que salió del terreno de juego a los 41 minutos después de ver una cartulina roja directa.

El atacante charrúa, antes de abandonar el césped, dejó un gol que el Getafe defendió con éxito y sufrimiento hasta el final tras completar su tercer partido con menos pases desde 2015 (144 intentados y sólo el 56 por ciento completados).

Apenas tres días después, la superioridad que el Barcelona genera habitualmente con balón obligó a Bordalás a montar un engranaje defensivo impenetrable con piezas que complicaron hasta la desesperación a los hombres de Hansi Flick.

El entrenador del Getafe jugó con tres centrales. Uno de ellos, Djené Dakonam, acompañó en el centro del campo a Luis Milla y a Mauro Arambarri por delante de los dos centrales. Su misión llegó a buen puerto, porque consiguió su objetivo: generar problemas y atascos a Pedri, Casadó y Gavi en el centro del campo.

Los otros dos centrales, Domingos Duarte y Omar Alderete, se erigieron como dos rocas impenetrables. El primero, desafortunado la pasada temporada, ha crecido hasta firmar buenos partidos en el último mes. Y el segundo es un pilar para la defensa de Bordalás, que consiguió desquiciar a Robert Lewandowski con un marcaje pegajoso que anuló por completo al delantero polaco. Sus horas parecen contadas en el Getafe y la próxima campaña es carne de Premier League.

En los laterales, Juan Iglesias y Diego Rico firmaron un partido más que digno ante Lamine Yamal y Raphinha. El Barcelona, por culpa de ambos, no generó tanto peligro por los costados. Fueron prácticamente anulados salvo en ocasiones contadas en las que los jugadores del Barcelona consiguieron salir airosos de algunos duelos.

El equipo con menos pases de las 5 grandes Ligas

Y para rematar la faena, Arambarri y Milla, se desfondaron para hacer todas las coberturas posibles mientras los tres hombres de ataque del Getafe, Uche, Aleñá y el joven canterano (ya una realidad) Coba da Costa, se desfondaron hasta el límite.

El éxito de los encuentros sin posesión del Getafe tienen una base. No es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo colectivo que Bordalás ha conseguido generar en unos jugadores que ya conocen desde hace tiempo qué significa no tener la pelota: con un 42,6 por ciento de media, es el decimoséptimo equipo con menos posesión de toda la Liga.

Pero, además, ningún equipo de las cinco grandes Ligas de Europa da menos pases que el Getafe. Es el último en ese ránking con un total de 274,45 de pases intentados de los que llegaron a buen puerto 209,25, es decir, el 76,24 por ciento. Ningún club de Francia, Alemania, España, Italia e Inglaterra, ha generado tan pocos pases a lo largo de la temporada.

Pero a Bordalás y a su Getafe eso le da igual, porque, de momento, sin posesión y sin pases, sabe aprovechar sus virtudes. Marcar un gol al Getafe es un acto de fe.

En LaLiga ha encajado 17 y sólo la Real Sociedad y el Atlético de Madrid, con 13, han recibido menos tantos. Sus últimas víctimas, el Pontevedra y el Barcelona, no supieron ganar en los dos partidos con menos pases de toda la temporada. Bordalás y sus chicos, con poco gol arriba, se han hecho fuertes atrás para mantener el tipo. Y, de momento, funciona. EFE