París, 16 ene (EFE).- El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha propuesto a las autoridades de Argelia viajar a Argel para desactivar la crisis diplomática entre los dos países y está trabajando en "medidas" para ir en esa dirección.
"Ni Francia ni Argelia tienen interés en que se instale una situación de crisis. Somos países vecinos, tenemos interés en aplanar las dificultades", ha señalado Barrot este jueves en una entrevista a la emisora RTL.
No ha querido confirmar que Nicolas Lerner, el responsable de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE), haya ido a Argel para discutir sobre algunas de las cuestiones que han erizado la relación bilateral, amparándose en la confidencialidad de la actividad de los servicios secretos.
Lo que sí ha explicado es que ha propuesto ir él mismo a Argel para discutir con los responsables de la que fue colonia francesa hasta 1961 y también que con el presidente, Emmanuel Macron, y con el primer ministro, François Bayrou, van a adoptar "las medidas que hay que tomar para restablecer la cooperación indispensable".
Lo ha justificado porque "el nivel de tensión no está a la altura de la amistad y de los vínculos que deben ser los que unan a Francia y Argelia".
La confrontación diplomática entre los dos países se agravó el pasado 9 de enero cuando Argelia negó la entrada de un influencer de nacionalidad argelina que Francia había expulsado, poniéndolo en un vuelo que aterrizó en Argel, acusado de colgar mensajes en sus cuentas sociales de incitación a la violencia contra opositores al régimen argelino.
El ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, consideró que tras ese rechazo estaba la voluntad de Argelia de "humillar a Francia".
Preguntado repetidamente sobre si coincide Retailleau, Barrot se ha negado a comentar directamente sus palabras y ante la insistencia del periodista ha replicado que su papel "no es echar más leña al fuego".
Otro de los elementos que han envenenado la relación bilateral es la detención del escritor argelino y nacionalizado francés Boualem Sansal el 16 de noviembre a su llegada a Argel y su encarcelamiento, acusado de atentar contra la seguridad del Estado, aparentemente por declaraciones pasadas sobre el Sáhara Occidental y por cuestionar la soberanía argelina sobre una parte de su territorio.
El ministro francés de Exteriores ha manifestado su preocupación por "las condiciones de detención" de Sansal del que ha destacado que "está gravemente enfermo".
Las relaciones entre los dos países viven continuos altibajos, pero se deterioraron seriamente desde que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijera el pasado 30 de julio que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es "la única base" para una solución a la crisis en la que está sumida desde hace medio siglo la antigua colonia española.
Argel, que es el principal soporte del Polisario, retiró inmediatamente a su embajador en París y desde entonces ha hecho una serie de gestos de distanciamiento. EFE