
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha evitado condenar este viernes el arresto de la dirigente opositora venezolana María Corina Machado y ha afirmado que es necesario "saber exactamente qué pasó", después de que el jueves el chavismo y la disidencia diesen versiones contradictorias sobre estos hechos.
Machado fue supuestamente interceptada tras participar en una manifestación contra el Gobierno de Nicolás Maduro, la víspera de que arranque en Venezuela un nuevo mandato presidencial que reivindica también el principal candidato opositor en las elecciones de julio de 2024, Edmundo González.
"Nunca hemos estado a favor de la criminalización de la oposición política", ha dicho Sheinbaum en rueda de prensa, indicando que en México "no se persigue a nadie ni por sus ideas ni por sus opiniones. "No estoy diciendo que se persiga en otros lados", ha apostillado a continuación, para descartar una posible lectura crítica con Maduro.
La actual presidenta mexicana ha asumido la doctrina diplomática de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, y ha repetido que la posición en este tipo de temas pasa por no inmiscuirse en cuestiones internas. Así, ha apelado a la "soberanía" del pueblo venezolano, porque considera que "ellos son los que tienen que decidir", sin "intervención" externa.
México, no obstante, sí estará representado en la investidura convocada este viernes por Maduro. Acudirá el embajador mexicano, una posición similar a la que han adoptado otros países de la región como Colombia y Brasil, que asumieron en un inicio las labores de mediación para tratar que el chavismo y la oposición acercasen posturas en la crisis postelectoral.
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