Teherán, 8 ene (EFE).- La Corte Suprema de Irán ha confirmado la pena de muerte dictada contra la activista kurda Pakhshan Azizi por "rebelión y formar parte de grupos armados" que operan contra la República Islámica, informó este miércoles su abogado, quien dijo que demandará un nuevo juicio, ya que se ignoraron las objeciones que había presentado.
“Lamentablemente, la Corte Suprema del país, a pesar de las numerosas objeciones al caso, rechazó la apelación y confirmó la sentencia de muerte”, anunció el defensor de la activista Amir Raeisian, en una entrevista con el diario Shargh.
El letrado criticó que el Tribunal haya ignorado las objeciones presentadas al caso.
En julio pasado la sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán había dictado la sentencia de muerte contra Azizi, acusada de “rebelión” y de formar parte de “grupos armados que llevaron a cabo una revuelta armada contra el Gobierno islámico”.
"Se ignoraron las deficiencias de la investigación, así como los documentos y las pruebas que demostraban que el caso de la señora Azizi no amerita una sentencia de muerte”, denunció el abogado de la trabajadora humanitaria y activista de la sociedad civil.
Raeisian dijo que presentará de inmediato una solicitud de nuevo juicio ante la Corte Suprema, y que espera que la instancia a la que se remita el caso tome en cuenta las consideraciones y objeciones.
La justicia iraní acusa a Azizi, “sin pruebas” según Amnistía Internacional, de ser miembro del Partido por una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK), una organización opositora al régimen iraní y considerada un grupo terrorista por Estados Unidos.
Tanto Azizi como sus familiares niegan su participación en organizaciones políticas o en acciones armadas.
La trabajadora humanitaria, arrestada en agosto de 2023 y encarcelada en la prisión Evin de Teherán, no es la única mujer kurda-iraní sentenciada a muerte.
Varishe Moradi, activista política kurda y defensora de los derechos de las mujeres, también fue condenada a muerte en noviembre pasado.
El incremento en las condenas a muerte de mujeres coincide con la represión tras las protestas de 2022, desencadenadas por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una mujer kurda.
Durante dichas protestas, el Kurdistán iraní fue escenario de duros enfrentamientos, y la región ha experimentado una continua persecución de activistas kurdos.
Según datos de la ONU, en 2024, al menos 901 personas, incluidas 31 mujeres, fueron ejecutadas en Irán, siendo la cifra más alta de ahorcamientos desde 2015, cuando se registraron 972 ejecuciones. EFE
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