El ganador de la primera ronda de las presidenciales apela al TEDH para avalar su victoria

El vencedor de la primera ronda de las presidenciales rumanas, Calin Georgescu, ha apelado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para que revierta el fallo del Constitucional que anuló aquellos resultados y obligue al Estado rumano a celebrar una segunda vuelta que le enfrentaría a la conservadora Elena Lasconi.

Georgescu, que se presentó como candidato independiente y cuyo discurso soberanista alejado del camino trazado por la Unión Europea y la OTAN obtuvo para sorpresa de todos más del 23 por ciento de los votos, ha recurrido a la Justicia europea alegando que se ha violado el derecho a unas elecciones libres en Rumanía.

En ese sentido, ha solicitado que se suspenda la decisión del Constitucional de invalidar la primera vuelta --en medio de sospechas de injerencia extranjera-- y se obligue al estado a aceptar aquellos resultados y a convocar la segunda ronda de unas presidenciales.

Georgescu ha denunciado que los resultados de la primera vuelta se han anulado sin pruebas concluyentes, así como la falta de transparencia y mecanismos judiciales para poder impugnar con garantías el fallo del Tribunal Constitucional, según el documento de apelación al que han tenido acceso los medios rumanos.

Este nuevo recurso de Georgescu aparece unos días después de que un tribunal de apelaciones de Bucarest rechazara por infundada otra petición en la que cuestionaba la decisión de las autoridades electorales de avalar el fallo del Constitucional.

Cuando apenas restaban dos días para que los rumanos acudieran a votar en segunda vuelta de las presidenciales, el Constitucional, en medio de acusaciones de interferencia rusa y tras la desclasificación de informes de Inteligencia en ese sentido, decidió anular los primeros resultados, si bien no especificó los motivos.

Los servicios de Inteligencia de Rumanía aseguraron que casi 800 cuentas de Tiktok creadas por un "Estado extranjero" en 2016 se activaron repentinamente durante la campaña para respaldar a Georgescu, mientras que otras 25.000 se crearon dos semanas antes de las elecciones.

Georgescu, quien aseguró no haber gastado dinero en su campaña, vio cómo sus mensajes --que no se marcaron como contenido político-- se difundían de manera masiva a través de estas miles de cuentas de TikTok, infringiendo así las leyes electorales rumanas.