Ultraderecha busca sacar rédito de redada policial polémica contra migrantes en Portugal

André Ventura, líder de Chega, recorre Lisboa tras una criticada redada policial, buscando apoyo entre los migrantes y contrastando su imagen con la de los políticos tradicionales

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Lisboa, 23 dic (EFE).- El líder del partido portugués de ultraderecha Chega, André Ventura, dio este lunes un paseo con sus seguidores por la calle do Benformoso de Lisboa, escenario de una polémica redada policial la semana pasada, que dejó imágenes de decenas de migrantes con los brazos sobre la pared registrados por agentes.

El trayecto comenzó junto a la plaza de Martim Moniz, en pleno centro de la ciudad y donde está uno de los accesos a esa calle, con una importante población migrante en su mayoría procedente de Asia.

Nada más llegar, Ventura afirmó a la prensa que su intención era lanzar "un mensaje diferente" al resto de políticos que han visitado esa zona en los últimos días y que, en su opinión, el primer ministro, el conservador Luís Montenegro, debería haber hecho.

"Hay otra parte, hay una parte del país que está con las fuerzas de seguridad, que comprende la necesidad de que haya acciones como siempre hubo en la historia de nuestro país, en zonas donde hay crímenes, donde hay tráfico de droga, donde hay prostitución, donde hay migración ilegal", enumeró.

A lo largo de su itinerario, el ultraderechista se paró a hablar con los vecinos y dueños de tiendas, además de repartir rosas blancas, a diferencia de los claveles rojos que se vieron el sábado por el área durante una manifestación de grupos de izquierda y promigrantes.

Muchas personas que pasaban por la calle, la mayoría extranjeras, tomaban fotos con sus móviles e incluso obsequiaron a Ventura con flores encarnadas, pese a que en algún que otro caso desconocían la ideología del político.

Una de ellas era el bangladeshí Munzur Husein, que lleva desde hace cinco años en Portugal y que, como dijo a EFE, pensaba que Ventura era el primer ministro de Portugal.

Recordó en un inglés precario que la semana pasada la policía estuvo en esta calle registrando a la gente y que si tuviera la oportunidad de hablar con el jefe del Gobierno en Portugal le diría que ayude a los migrantes a permanecer en el país.

Minutos más tarde, Husein y sus dos hijos menores de edad se acercaron a darle a Ventura las flores rojas que llevaban y que el ultraderechista se las intercambió por rosas blancas.

En otro momento, una mujer gritó "¡Chega!", conforme el político se aproximaba. Al acercarse Ventura, ella le dijo "soy portuguesa, ¿no tendrás cinco euros?". El ultraderechista contestó que no, pero pidió a uno de sus asistentes que le dieran efectivo para dárselo a ella.

La caminata tuvo lugar en medio de una discreta presencia policial y sin incidentes, aunque un pequeño grupo de personas exclamó a paso de Ventura "¡25 de abril siempre, fascismo nunca más!", en referencia a la Revolución de los Claveles que puso fin a la dictadura de Salazar en el país hace 50 años.

Como reacción, los partidarios de Ventura empezaron a corear "¡Chega, Chega!", con el puño en alto.

Paradójicamente, en la comitiva del dirigente de ultraderecha estaba el representante de la comunidad de Bangladesh en Lisboa, Rana Taslim Uddin, quien también participó en la marcha promigración del sábado y que llevaba una flor roja en sus manos.

Uddin explicó a EFE que, para él, Ventura vino a mostrar su solidaridad con los migrantes tras una operación policial "indecente".

"Varios políticos, varios partidos o dirigentes de partidos y también varias asociaciones, todas están aquí, para mostrar una solidaridad conjunta", indicó en un perfecto portugués este bangladeshí, que lleva 30 años en el país ibérico. EFE

(vídeo)(foto)