Von der Leyen enfila su segundo mandato con enormes retos

Ursula von der Leyen asume su segundo mandato en la Comisión Europea, enfrentando desafíos geopolíticos y su compromiso con Ucrania, el Pacto Verde Europeo y la competitividad frente a Estados Unidos y China

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Catalina Guerrero

Bruselas, 22 dic (EFE).- A sus 66 años, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfila su segundo mandato de cinco años como una de las líderes más influyentes de la Unión Europea con retos internos y geopolíticos de enorme calado.

En el lustro pasado, la primera mujer al frente de esta institución europea se erigió como una política relevante en el escenario mundial, tras liderar las respuestas del bloque comunitario a la pandemia del covid-19 y a la invasión rusa de Ucrania.

Dos retos mayúsculos ante los que se creció y que sirvieron para poner en el foco a esta conservadora alemana de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), uno de los rostros más reconocibles por los ciudadanos entre los dirigentes europeos.

Al frente de la institución más poderosa de Bruselas, la que formula y aplica políticas para 450 millones de europeos, Von der Leyen sigue determinada a ayudar a Ucrania "pase lo que pase" con un equipo que cuenta por primera vez con un comisario de Defensa.

"La seguridad de Europa siempre será la prioridad", dijo el 27 de noviembre al pedir el respaldo al Parlamento para su nuevo Colegio de Comisarios, entre los que destaca como 'número dos' la española Teresa Ribera, vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva, así como responsable de la cartera de Competencia.

Con su nuevo equipo, con fuerte presencia de su familia política, el PPE (además de ella misma, hay catorce comisarios populares, lo que supone más de la mitad), Von der Leyen quiere dirigir la brújula hacia la competitividad, para cerrar la brecha de innovación de Europa con Estados Unidos y China, aumentar la seguridad y la independencia y lograr la descarbonización.

En cuanto al Pacto Verde Europeo, recalcó que mantendrá "el rumbo hacia sus objetivos" y se comprometió a proponer un acuerdo por la industria limpia en los primeros cien días de este mandato, así como iniciar un diálogo estratégico sobre el futuro de la industria automovilística, entre otros objetivos.

Pero el regreso del disruptivo Donald Trump a la Casa Blanca amenaza con causar turbulencias en este mandato de Von der Leyen y, en concreto, en sus fines de defender los objetivos climáticos internacionales y lograr que el continente vuelva a crecer ante una posible guerra comercial global.

El sexto día de su segundo mandato, la presidenta de la Comisión Europea voló a Montevideo para sellar un acuerdo con el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) tras casi 25 años de negociaciones, pese a la férrea oposición de Francia donde fue visto como "un puñal en la espalda" y una "traición" de Von der Leyen.

La alemana arranca su mandato muy activa en el exterior, donde mantiene que "Europa tiene que desempeñar un papel más importante en todos los ámbitos", y esta misma semana no dudó en ir a Jordania y Turquía para implicarse en la transición de Siria.

Un destino al que fue sola, y en el que queda ya muy atrás el capítulo del "sofagate", cuando a finales de abril de 2021 quedó relegada a un sofá lateral durante una reunión con el turco Recep Tayyip Erdoğan y Charles Michel, entonces presidente del Consejo Europeo. Con su sucesor, el portugués António Costa, parece haber una luna de miel.

Desde su atalaya del piso trece del edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea, donde vive y trabaja, Von der Leyen -conocida también por las siglas de su apellido, VDL- se desempeña como la decimotercera presidenta del Ejecutivo comunitario, la primera mujer desde que se creó esta institución europea en 1958 (año también de su nacimiento) y donde su padre fue uno de sus primeros funcionarios.

Además de por trabajo, sus escapadas desde su natal Bruselas, donde se crió hasta los 14 años, la llevan a su casa en el pueblo alemán de Beinhorn.

Según su biógrafo Daniel Goffart, es una trabajadora incansable y eficiente: doctora en medicina, casada con un médico de origen aristócrata, madre de siete hijos y abuela.

Se abrió paso en la política a partir de los 43 años y entró en el gobierno alemán de la mano de Angela Merkel.

Sus defensores dicen que es la mejor presidenta de la Comisión desde Jacques Delors (1985-1995), considerado el arquitecto de la Unión Europea moderna. Será la cuarta en llevar el timón comunitario durante dos legislaturas, tras el francés Delors, el alemán Walter Hallstein (1958-1967) y el portugués José Manuel Durao Barroso (2004-2014). EFE