Riga, 20 nov (EFE).- El accidente del Boeing 737 de la compañía española Swiftair que se estrelló el pasado 25 de noviembre cerca de la capital lituana de Vilna, y en el que murió el piloto español, no fue causado por una "interferencia no autorizada" en la aeronave, según el análisis preliminar de la caja negra, del que se hizo eco este viernes el Ministerio de Justicia lituano.
La institución recordó en un comunicado que la caja negra del avión, que efectuaba un vuelo comercial para la compañía germana de transporte DHL, fue recuperada del lugar del siniestro y enviada a Alemania para ser analizada por la Oficina Federal de Investigación de Accidentes Aéreos.
Ésta reconstruyó de forma preliminar la trayectoria de vuelo del avión en base a parámetros de los datos de vuelo almacenados y también tuvo acceso a las conversaciones de la tripulación y los sonidos de fondo de la cabina.
En base a estas informaciones, "no se identificaron señales de ninguna interferencia no autorizada", destacó el Ministerio, aunque la investigación del siniestro, en la que participan las autoridades españolas, alemanas, y de Estados Unidos, aún prosigue.
Además, la fiscalía general del Estado de Lituania ha abierto diligencias preliminares sobre el accidente, del que inicialmente no se descartó que pudiera tratarse de un acto de sabotaje, por lo que de momento las autoridades del país báltico no proporcionarán información adicional que obstaculice las pesquisas.
El avión se estrelló cerca de Vilna en la madrugada del 25 de noviembre, lo que resultó en la muerte del piloto español, mientras que tres tripulantes resultaron heridos y se registraron daños en una vivienda, cuyos residentes tuvieron que ser evacuados.
La aeronave volaba a Vilna desde Leipzig (Alemania), uno de los nudos logísticos de DHL.
El temor de que pudiera tratarse de un acto de sabotaje está vinculado a los incidentes registrados este verano en varios países europeos con paquetes transportados por DHL que resultaron contener artefactos incendiarios y que comenzaron a arder en las instalaciones de la empresa en Leipzig y en Birmingham (Reino Unidos).
Los servicios de inteligencia europeos atribuyen estos hechos, que todavía están siendo investigados, a actos de sabotaje promovidos por Moscú. EFE