Cruz Roja: Es muy difícil para libaneses reconstruir sus vidas tras conflicto con Israel

desplazados libaneses enfrentan destrucción y falta de servicios básicos tras regreso a hogares en el sur, mientras el CICR advierte sobre los peligros de explosivos no detonados en la región

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Ginebra, 18 dic (EFE).- La destrucción es el escenario más común que encuentran los libaneses que, tras el alto el fuego acordado entre el Ejército israelí y el grupo chií Hizbulá, han regresado a sus lugares de origen para intentar rehacer sus vidas, dijo este miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

"Cientos de miles de personas han comenzado a regresar a sus lugares de origen en el sur para encontrar una destrucción significativa", señaló en un comunicado el jefe de la subdelegación del CICR en la ciudad libanesa de Tiro, Shady Ramadan.

Según el representante local, gran parte de los 50.000 habitantes que poblaban esta ciudad sureña - una de las principales del país y conocida por sus importantes sitios arqueológicos - tuvieron que huir a causa de las hostilidades y ahora "no encuentran un hogar al que regresar".

"Los afortunados que tienen un techo sobre sus cabezas se enfrentan a una lucha diaria sin servicios básicos como agua o electricidad", afirmó.

Frente a esto, el CICR está haciendo todo lo posible para atender estas necesidades, ya sea rehabilitando infraestructuras o apoyando los medios de subsistencia de quienes lo han perdido todo.

Además, el organismo recordó que hay otro grave riesgo que amenaza a aquellos que intentan rehacer sus vidas: los restos de explosivos sin estallar.

"Hemos sido testigos de la recuperación de grandes bombas que no llegaron a detonar durante el conflicto, lo que supone una importante amenaza para la vida", comentó el experto del CICR en contaminación por armas, Lee Hughes.

Ante esta situación, el experto aseguró que es necesario dar a los habitantes pautas de comportamiento "más seguras" y concienciarles sobre los riesgos de estos artefactos.

El acuerdo de alto el fuego de 60 días entre Israel y Hizbulá, que entró en vigor el pasado 27 de noviembre, contempla la salida gradual de las tropas israelíes del Líbano, así como el despliegue en la frontera del Ejército libanés.

Sin embargo, el Ejército israelí aseguró este lunes haber destruido 300 localizaciones e infraestructuras del grupo chií Hizbulá en las últimas semanas en el área de Jiam, en el sur de Líbano; en ataques que las autoridades libanesas califican de una "violación" de la tregua. EFE