
Las autoridades de Ucrania han desarticulado una supuesta red de espionaje que vigilaba posiciones militares y estaba "especializada" en obtener información relativa a los F-16, los cazas cedidos a Kiev por sus aliados occidentales para contener la invasión rusa.
Las investigaciones han permitido destapar a "12 agentes rusos y a sus informadores", según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), que ha identificado a parte de los detenidos como "desertores" de las Fuerzas Armadas ucranianas que fueron captados por la Inteligencia rusa.
Los trabajos de esta célula se extendían por cinco regiones, aunque todos su líder vivía en Dnipropetrovsk, en el este de Ucrania. El cabecilla contaba con documentos de identificación falsos con los que podía presentarse como "activista anticorrupción" o "voluntario", según el comunicado del SBU.
Los sospechosos, que pretendían también identificar a empresas implicadas en la protección electrónica frente a drones rusos, se enfrentan a penas que pueden oscilar entre los ocho años de cárcel y la cadena perpetua en caso de ser declarados culpables.
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