Farage carga contra la Justicia británica por no mandar a prisión a la mujer que le lanzó un batido

La Justicia británica ha condenado a realizar trabajos comunitarios a la mujer que este verano le lanzó un batido al líder populista Nigel durante un acto de campaña, a lo que el presidente del Partido Reforma ha reprochado que se pueda agredir a un miembro de la Cámara de los Comunes sin ir a prisión por ello.

Los hechos ocurrieron a comienzos del pasado mes de junio, cuando una joven de 25 años identificada como Victoria Thomas Bowen arrojó un batido al rostro de Farage cuando salía de un establecimiento en Clacton on Sea, ciudad por la que se presentaba a las elecciones parlamentarias.

Thomas Bowen se declaró culpable de agresión y daños a Farage, y este lunes ha sido condenada a trece semanas de prisión, pero su condena ha sido suspendida y en su lugar deberá pagar indemnizaciones a los agredidos y cumplir con doce días de trabajos comunitarios y 120 horas no remuneradas, según recoge Sky News.

En concreto, las indemnizaciones serán para el jefe de seguridad de Farage, James Woolfenden, quien recibirá en torno a 17 libras por los desperfectos en su chaqueta; y el propio lider populista, que recibirá otras 154 libras por ser víctima de agresión. La mujer deberá además abonar 450 libras por las costas judiciales.

Farage ha salido rápidamente al paso de la condena y ha reprochado que Reino Unido se ha convertido en un lugar donde "se puede agredir a un miembro del Parlamento y no ir a prisión". "Es el último ejemplo de Justicia a dos niveles", ha denunciado el líder de Reforma, que en aquella campaña sufrió otros episodios violentos.

De hecho, durante el juicio se ha llegado a leer una declaración de Farage en la que aseguraba haberse sentido "humillado" en aquel incidente, ya que fue "transmitido en medios nacionales e internacionales", a la par que reconocía que después de aquél día temió futuras agresiones más graves.

Farage logró hacerse con un escaño en la Cámara de los Comunes de Reino Unido, donde el Partido Reforma obtuvo cinco diputados y ahora forma parte de la oposición al Gobierno laborista de Keir Starmer, que arrasó en los comicios haciéndose con 411 asientos en la sala.