El PS francés defiende los compromisos con el centroderecha, que marginan a Le Pen

El liderazgo del Partido Socialista propone negociaciones con el centroderecha para formar un nuevo Gobierno, mientras La Francia Insumisa y el Agrupación Nacional se marginan de este proceso político

Guardar

París, 11 dic (EFE).- El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, se desmarcó de forma clara de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon al defender la posibilidad de llegar a "compromisos" con el centro derecha para conseguir "avances" para los franceses y marginar a la extrema derecha de Marine Le Pen.

"El gran logro que hemos conseguido es marginar a la Agrupación Nacional" (RN) de Le Pen, subrayó Faure en una entrevista al canal BFMTV, en el que justificó la presencia de socialistas, ecologistas y comunistas en el Elíseo para debatir con el presidente, Emmanuel Macron, y con los partidos de centro y de derecha sobre la forma de constituir un nuevo Gobierno.

A esa reunión, que pretende buscar una fórmula para poner en pie en un  Ejecutivo que no sea rápidamente tumbado por una moción de censura como la que la semana pasada acabó con el gabinete del primer ministro conservador, Michel Barnier, no asistieron ni LFI ni el RN.

Macron, que no quiso que Le Pen participara en el encuentro, se comprometió ante los asistentes a nombrar en 48 horas (antes de la noche del jueves) a un primer ministro que deberá negociar con esas formaciones para tratar de componer un gabinete y una fórmula  que pueda mantenerse durante los próximos 30 meses.

Faure insistió en que cree que el jefe del Estado tendría que nombrar a "un primer ministro de izquierdas", con el argumento de que la coalición que forma el PS con LFI, los ecologistas y los comunistas es el bloque con más diputados en la Asamblea Nacional tras las elecciones legislativas anticipadas de comienzos del verano.

Preguntado sobre la posibilidad de que Macron elija al exministro centrista François Bayrou como primer ministro, el líder socialista repitió que la izquierda debe tener "el poder de iniciativa".

Pero puntualizó que para ellos lo fundamental es conseguir avances para los franceses y que "la obsesión ahora es el poder adquisitivo", lo que significa que "hay que hacer un eesfuerzo con los salarios, con el salario mínimo".

Preguntado repetidamente sobre la brecha en la estrategia con LFI, Faure aseguró que no busca "una ruptura". Dijo no entender que el partido de Mélenchon no quisiera participar en las conversaciones del Elíseo y que eso "debilita a la izquierda": "cada vez que hacen la política de la silla vacía, debilitan el colectivo que formamos".

"Cuanto más grita Mélenchon, menos se lo escucha", señaló antes de criticar la estrategia de LFI de no aceptar ningún compromiso con Macron, de pedir su dimisión o su destitución.

El líder socialista hizo notar que para una destitución sería necesaria una mayoría muy amplia en las dos cámaras parlamentarias y "todo el mundo sabe que eso es inaccesible".

El coordinador de LFI, Manuel Bompard, avisó este miércoles, en una entrevista a la emisora France Info, que hay sólo dos opciones para sus socios del Nuevo Frente Popular (NFP), la coalición de izquierdas: participar en una coalición con el centro-derecha y "renegar" de sus compromisos o hacer como ellos.

Por su lado, Le Pen explicó que no hubiera acudido a la reunión organizada ayer en el Elíseo ni siquiera si el presidente francés le hubiera invitado: "Si se trata de organizar el Gobierno de Emmanuel Macron, no quiero participar en un Gobierno porque estoy en completa oposición con su política".

En una entrevista al canal France 2, la líder de la extrema derecha criticó a los que estuvieron en ese encuentro porque a su parecer "esa gente se sube al caballo para quedarse en la montura", para conseguir y mantener un puesto.

Le Pen dijo esperar que el próximo primer ministro nombrado por Macron entienda que "hay que hablar con el conjunto de las fuerzas políticas, y evidentemente que hay que hablar con la primera fuerza de la Asamblea Nacional, que el RN".

"Queremos -argumentó- que los once millones de electores del RN sean respetados y escuchados", es decir que "se tengan en cuenta sus aspiraciones".

La extrema derecha votó el miércoles de la semana pasada la moción de censura que tumbó el Gobierno del primer ministro conservador, Michel Barnier. EFE