Plástico a la deriva y otras propuestas españolas en el Festival de las Luces de Lyon 2024

Luzinterruptus presenta una isla de plástico en el Parque de la Tête D'Or, destacando el cambio climático, mientras artistas españoles exhiben obras luminarias en la 25ª edición del Festival de las Luces de Lyon

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Val Torres

Lyon (Francia), 8 dic (EFE).- Una isla de plástico, formada por unas 15.000 botellas de este material, cubren toda la superficie de la fuente del Parque de la Tête D'Or en Lyon, una de las tres propuestas artísticas 'made in Spain' que han participado este año en el famoso Festival de las Luces, que culmina este domingo.

En su edición número 25, los visitantes han podido contemplar desde el pasado jueves un total de 32 proyecciones lumínicas, incluida esta isla de plástico realizada por el grupo anónimo Luzinterruptus, con la colaboración del Instituto Cervantes de Lyon.

Esa pieza recrea a pequeña escala la acumulación de desechos que flota en el Pacífico, a partir de material reciclado en la propia ciudad de Lyon (ciudad ubicada en el este de Francia) y una iluminación desde arriba le da una apariencia glacial, para denunciar el cambio climático y las consecuencias del desperdicio de plástico sobre la naturaleza.

Durante sus 15 años de trayectoria, Luzinterruptus ha realizado esta obra reivindicativa en varios lugares emblemáticos del mundo, como la Fuente de Cibeles de Madrid o la plaza Trafalgar Square de Londres.

Los espectáculos lumínicos del festival están repartidos, como cada año, por toda la ciudad, en espacios monumentales como la Catedral Saint-Jean, la Plaza de Bellecour o la Plaza de la República.

El diseñador español Antoni Arola ha presentado, también en el Parque de la Tête D'Or (que es uno de los espacios verdes urbanos más grandes de Francia), su obra 'Reflexiones de color', una proyección de luces en movimiento que forma coloridas figuras sobre un gran escenario compuesto por dos lonas translúcidas contrapuestas.

La refracción de la luz de colores sobre unas placas de metal en movimiento crea el efecto mágico de una danza de formas en sintonía, con el sonido de una música relajante que resuena por la gran explanada de césped.

Otro artista español, Javier Riera, repite en el festival, tras su aclamada participación en 2022, con una propuesta que permanecerá en el interior del Teatro Célestins, una obra sencilla que, en cambio, ha requerido cálculos milimétricos de alta tecnología para cada filamento de luz que atraviesa una lona transparente.

Aunque hace solo un cuarto de siglo que se oficializó la proyección de luces en la festividad del 8 de diciembre, la historia del Festival de las Luces de Lyon se remonta a 1852, cuando la ciudad sufrió unas graves inundaciones que obligaron a suspender los festejos religiosos.

En su lugar, la población de Lyon se coordinó para exponer en sus ventanas candelabros y velas para iluminar y decorar las fachadas de la ciudad, una tradición que permaneció año tras año hasta que, en 1989, el alcalde decidió iluminar también distintos monumentos.

La festividad evolucionó hasta la actualidad y, cada año, creadores de todo el mundo se postulan para poder participar en la iluminación de la ciudad, a través de una dura selección de la que se encarga una comisión de expertos elegida por el Ayuntamiento.

Los artistas que participan en estas exhibiciones dan a conocer su virtuosismo al gran número de personas que viaja a Lyon para disfrutar de esta festividad, que se ha convertido en una de las principales actividades turísticas de la región.

En 2023, el festival recibió a más de dos millones de visitantes de fuera de Lyon, que es la tercera ciudad más grande de Francia con alrededor de medio millón de habitantes. EFE

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