Kiev afirma que Rusia está amenazando Jersón para reforzar su postura ante negociaciones

Ucrania denuncia que Rusia busca controlar islotes en el Dniéper, mientras se prepara para una ofensiva que podría influir en futuras negociaciones de paz y en la postura de Estados Unidos

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Rostyslav Averchuk

Leópolis (Ucrania), 7 dic (EFE).- Mientras que Rusia intensifica sus esfuerzos por tomar islotes en el curso bajo del río Dniéper, Ucrania asegura que el enemigo carece de fuerzas para reconquistar los territorios en la región de Jersón de los que se retiró hace dos años y que está intentando más bien reforzar su posición ante unas posibles negociaciones de paz.

Es posible que Rusia lance un intento de cruzar el Dniéper un tiempo antes de la inauguración del presidente electo estadounidense, Donald Trump, cree el analista militar Oleksandr Kovalenko.

"Necesitan impresionar a Donald Trump y mostrarle que no hay otra forma de detener a Rusia que no sea hacer un trato aceptando todas sus demandas", justificó, en su análisis más reciente para el grupo Resistencia Informativa, este sábado.

Rusia ha acumulado 300 embarcaciones y está preparando una nueva ofensiva contra Jersón, dijo esta semana el jefe de la administración regional, Oleksandr Prokudin, al diario británico Financial Times.

Jersón es la única capital regional que Rusia logró capturar al inicio de su invasión y la controló durante más de ocho meses, antes de que fuera recobrada por la exitosa contraofensiva ucraniana que en noviembre de 2022 empujó a las fuerzas rusas a la ribera oriental del Dniéper.

Ahora, las tropas rusas están recibiendo entrenamiento para realizar operaciones en el río y lanzar hasta siete asaltos diarios en la zona, afirmó esta semana Vladislav Voloshin, portavoz del mando 'Sur' de las Fuerzas Armadas ucranianas.

"El enemigo está intentando tomar control de los islotes que están en la desembocadura del Dniéper", explicó en declaraciones a la televisión ucraniana.

Hasta ahora todos los asaltos han podido ser rechazados, según Voloshin.

La mayoría de los islotes grandes de la boca del Dniéper o bien están en disputa o bien bajo control ucraniano, según el mapa de la plataforma DeepState que monitorea con ligero retraso la evolución en el campo de batalla.

En teoría, las fuerzas rusas podrían establecer un pequeño punto de apoyo en la ribera bajo control ucraniano, igual que el que las fuerzas ucranianas mantuvieron a principios de año en la localidad de Krinki en la margen oriental, según el oficial y bloguero militar Mikola Mélnik.

Sin embargo, no tienen capacidades suficientes para una gran operación y Rusia sufriría probablemente elevadas bajas, en particular ahora que empeoran las condiciones meteorológicas, dijo el bloguero al canal '24' ucraniano.

Las informaciones sobre una posible ofensiva a través del Dniéper aparecieron hace cuatro meses, afirmó en sus redes sociales el jefe de la administración de la cercana región de Mikoláyiv, Vitali Kim, que señaló que el Ejército ucraniano se ha estado preparando para este escenario.

Los rusos están intentando inflar la amenaza que suponen sus tropas para el sur de Ucrania y hacer que Estados Unidos se crea "la seriedad de sus intenciones", argumentó por su parte Andrí Kovalenko, jefe del gubernamental Centro para la Lucha contra la Desinformación.

Los rusos tienen como objetivo reforzar su postura antes de una posible negociación de esta manera y "canjear" esta amenaza, así como el nuevo misil balístico experimental Oréshnik, por concesiones, escribió en Telegram.

Para alcanzar sus objetivos políticos y maximizar sus beneficios antes de la toma de posesión de Trump, el mando ruso ignora las crecientes bajas entre sus tropas, dijo con anterioridad a EFE Oleksí Mélnik, del centro de estudios Razumkov de Kiev.

Rusia no sería capaz, sin embargo, de mantener la presión a lo largo del frente durante mucho tiempo, cree el experto.

Por ahora las posibilidades de que Rusia tome ciudades del sur de Ucrania como Jersón o Zaporiyia son escasas, pero entretanto continúa atacando de forma deliberada a los civiles de esas zonas, destacó Kovalenko, un día después de un bombardeo que mató a diez personas y dejó 26 heridos en Zaporiyia el viernes por la noche.

En Jersón, los drones operados por tropas rusas al otro lado del río lanzan a diario municiones contra transeúntes, vehículos del transporte público y coches civiles.

Mientras las autoridades están intentando repeler la amenaza a través de medios de guerra radioelectrónica, Ucrania necesita más armas para destruir el "nido" enemigo en la zona, dijo a EFE Denís Putintsev, portavoz de la administración militar de la ciudad.EFE