Las elecciones legislativas en Papúa Nueva Guinea se iniciaron este lunes bajo estrictas medidas de seguridad, en un país donde millones de personas viven en la pobreza pese a los importantes recursos naturales.
Unos 10.000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido movilizados para garantizar la seguridad de los comicios en esta isla del Pacífico, afectada durante mucho tiempo por la corrupción y la violencia y los homicidios vinculados con las elecciones.
"Queremos transparencia, responsabilidad y sobre todo unas elecciones justas y seguras" declaró el primer ministro James Marape tras haber votado en el primer día de las elecciones.
Marape anunció poco después la detención de su hijo mayor, en relación con el descubrimiento de una maleta con una importante suma de dinero. Pero desmintió cualquier vínculo de su primogénito con el transporte de dicha maleta y rechazó los rumores de financiación política ilegal.
Australia, antigua potencia colonial de este país independiente desde hace 50 años, envió a 130 militares para garantizar la seguridad en el proceso electoral.
El primer ministro Marape, jefe del partido Pangu, se enfrenta a un importante adversario, su predecesor Peter O'Neill, jefe del Partido del Congreso Nacional Popular, obligado a dimitir hace tres años y que estuvo en el poder de 2011 a 2019.
Papúa Nueva Guinea tiene importantes reservas de gas, petróleo, oro y cobre, además de recursos forestales y agrícolas.
Las elecciones, iniciadas el lunes, pueden durar hasta 18 días, y los resultados no se conocerán de forma definitiva hasta el mes de agosto.
bur/djw/pc
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