BOSTON (AP) — El 6 de enero, cuando los Celtics dejaron la cancha del Madison Square Garden tras caer en el último segundo ante los Knicks de Nueva York , eran un equipo a la deriva.
Este revés puso a los Celtics en una foja de 18-21 y en el 11mo puesto de la Conferencia Este. Fue la noche en la que dejaron escapar una ventaja de 25 unidades —la quinta ocasión desde el inicio de la temporada en que dilapidaron una delantera de al menos 19 puntos.
Parecía el preámbulo de una temporada perdida tras los cambios en el verano, que incluyeron la llegada del novato Ime Udoka como reemplazo del entrenador Brad Stevens.
Pero aquel encuentro habría marcado el punto de inflexión que necesitaban los Celtics para revertir su situación.
Alentados por la producción ofensiva de Jayson Tatum y Jaylen Brown, así como por una defensa que se ubica entre las mejores de la NBA en ese periodo, Boston de pronto es uno de los mejores equipos de la liga, a tres semanas del final de la campaña regular.
Desde su derrota en Nueva York, los Celtics (47-29) tienen la mejor marca del Este, de 29-8. Treparon al cuarto puesto en esa conferencia y pelean por la cima.
“Ha sido una travesía. Tuvimos que encontrar nuestra identidad”, reconoció Tatum, quien promedia 27,1 puntos por partido y ha anotado al menos 30 puntos en 15 encuentros en esa racha.
El resurgimiento ocurrió no sólo debido a los cambios técnicos en la cancha, sino tras los atrevidos cambios de Stevens en su nuevo papel como presidente de operaciones. Cedió en canje a siete jugadores, incluyendo a los bases Dennis Schröder, Josh Richardson y al pívot Enes Freedom, así como una selección de primera ronda en el 2022 y adquirió al base Derrick White y al pívot Daniel Theis.
Los cambios ayudaron a que el equipo se colocara debajo del límite del impuesto de lujo y despejaron algunos problemas de química que fueron aparentes al inicio de la temporada.
Un equipo que tenía problemas para compartir el balón, ha logrado asistencias en 60% de sus tiros de campo y se ubica en el 14to puesto de la liga. La temporada pasada Boston se situó 27mo en esta categoría.
“La generosidad está ahí”, afirmó Udoka. “Es contagiosa”.
Brown indicó que es la culminación de la paciencia que han tenido todos en el vestuario lo que ha permitido que todo se conjunte.
“Todo lleva tiempo”, reconoció Brown. “Todos quieren que todo funcione correctamente. Pero un nuevo equipo, un nuevo personal, trabajamos sobre algunas cosas e intentando hacer que funcionen".
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