Casa psicodélica en Florida desató disputa legal por su “fealdad”

Lo que pareciera el bosquejo de una caricatura estrafalaria y mal hecha forma parte del ambiente de la Comunidad de Regalo Circle en Naples, Florida, cuyos vecinos se quejan amargamente del estilo que mantiene siendo una propiedad que asciende a casi medio millón de dólares.

Quienes fueron testigos del avance del extraño trabajo aseguraron que éste fue empeorando progresivamente a lo largo de la semana, por lo que la compañía que gestiona los alrededores de la comunidad han declarado que el daño hecho a la propiedad podría ascender a cientos de miles de dólares.

De acuerdo al experto en bienes raíces del condado de Collier, el dueño de la propiedad es un hombre de 40 años, cuyo nombre es Jeffrey Leibman, quien a su vez fue dando los últimos “toques” a la casa en el transcurso de los últimos días.

Basta decir que hasta la camioneta que estaba estacionada a las afueras de la casa de Jeffrey también estaba rociada con aerosol con cientos de colores y bajo la leyenda: “¿Quién es Omar?”. Sin embargo, la gerencia del lugar ha asegurado que Leibman no vive más ahí, además de declarar que Jeffrey está siendo investigado por el condado local.

Al parecer el hombre de 40 años ya enfrenta cargos por posesión de drogas, así como por contrabando y facilitación de acceso a sustancias tóxicas en un centro de detención. Por lo anterior Jeffrey habrá de presentarse ante los tribunales el próximo 25 de febrero.

La verdad del presente caso es que forma parte de una fea y reñida pelea entre padre e hijo, ello conforme a los documentos que ha mostrado la Corte local. Ambos compraron la propiedad hace ya unos años, misma que luce como un desastre viviente, como un trabajo hecho a mano de mala gana y de mala fe.

La casa que algún día compartieran Jeffrey y su padre, Dennis Liebman, hoy parece la explosión de una bolsa de dulces de arcoiris que salpica un azul, naranja, amarillo y rosa que se cuelan en los espacios menos pensados para este tipo de “remodelaciones”, pues incluso las ventanas están llenas de salpicones de morado que impiden ver hacia el interior de la manchada propiedad.

Por ello los vecinos están enfurecidos, al grado en que se han quejado tanto con autoridades locales como ante medios de comunicación, ya que el sitio se caracteriza por ser un lugar muy familiar y tranquilo en el que hay un aproximado de 40 casas que disfrutan de la vista al lago y que desde que Jeffrey grafiteó horrible la casa, no están a gusto.

Amber Chapman, una vecina que vive cruzando la fea casa, estaba muy molesta cuando vio que Liebman Junior comenzó a pintar el árbol sin dar tregua a las pintarrajeadas, para ella es algo difícil de componer, pues no tiene idea de cómo se le podrá quitar sin dañarlo.

Aunque Jeffrey ya se mudó de casa, los vecinos reportan que aún parte de sus pertenencias se encuentran a las afueras de la propiedad que compartía con su padre. Con su reciente mudanza, los vecinos esperan con ansias que la gerencia del lugar acabe con el desastre y puedan volver a la calma y estética que solía tener el vecindario de Naples, en Florida.

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