Cinco lugares poco conocidos a los que vale la pena ir

Una variedad de espacios no tan populares que, por su belleza y condiciones naturales, se convierten en opciones a considerar a la hora de planificar el próximo viaje

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El Palacio do Pena fue
El Palacio do Pena fue la residencia real portuguesa en el siglo XIX. Shutterstock 162

La infinitud del planeta Tierra es tal que pareciera imposible poder realizar una vuelta al mundo y conocer todos los lugares. Cada continente, cada región, cada país, cada ciudad cuenta con una cultura que le es propia, pero también con una naturaleza y un ecosistema que la caracterizan y la diferencian de otras. Castillos, bosques, selvas, ríos... la variedad es realmente interminable, y no alcanzaría una vida, ni tres, para visitarlos todos.

Entre toda esa infinitud que abunda en el planeta Tierra, hay lugares poco conocidos, que son igual de admirables y necesarios de considerar a la hora de lanzarse a una búsqueda en contacto con la naturaleza y la madre Tierra. No todo es París y Roma: el planeta esconde algunos de los lugares más curiosos y maravillosos, a los que para descubrir, sólo hace falta animarse.

El escritor italiano, Cesare Pavese, una de las mentes más brillantes del siglo XX, resumió perfectamente lo que significa realizar una travesía: "Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal".

Es por eso que a continuación se listan cinco lugares del planeta Tierra que quizás no son tan conocidos, pero que sin dudas vale la pena visitar una vez en la vida, para disfrutar de paisajes, personas y momentos nunca antes explorados, pero que realmente harán toda la diferencia.

Se trata de un pequeño pueblo ubicado en el Estado de Pará, Brasil. Allí se pueden encontrar increíbles playas de arena blanca que se combinan con aguas de río transparentes desprovistas de olas. Frente a este pueblo se encuentra la no tan famosa "Isla del Amor". Éste es verdaderamente un paraíso terrenal que no muchos conocen pero que vale la pena explorar.

Alter do chao es conocido popularmente como "el Caribe de Brasil" y es una de las playas más lindas del mundo, a la que la mayoría de los argentinos nunca fue ni escuchó nombrar. Una buena opción para descubrir un nuevo rincón del país vecino, para escaparle a las multitudes de Florianópolis, San Pablo o Río de Janeiro, ideal para los que prefieren la tranquilidad.

Ubicada en Costa Rica, esta isla es un verdadero paraíso natural. Ha sido considerada bajo la categoría de Parque Nacional y gracias a este grado de conservación es uno de los sitios más privilegiados en todo el mundo. Se trata de un área rica en fauna terrestre y acuática. Una opción ideal para quienes disfrutan del buceo.

Uno de los detalles más curiosos es que nadie vive aquí. Pero, a pesar de estar deshabitada, hay guardias de biólogos, guardaparques, biólogos, investigadores y trabajadores marinos todo el tiempo. Gracias a estas personas, la isla es continuamente estudiada y cuidada, por lo que se mantiene su espíritu salvaje y libre.

Considerada una de las ciudades más bellas del Imperio Romano, Leptis Magna parece intacta hoy en el siglo XXI. Ubicada en Libia, fue fundada por colonos fenicios en el siglo XI a.c. Hoy se constituye como el sitio arqueológico mejor conservado de todo ese imperio. El imperdible: las ruinas del anfiteatro a orillas del Mar Mediterráneo.

Fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y sigue siendo hoy en día un centro importante de arquitectura antigua. En el año 2005, un grupo de investigadores descubrió cinco mosaicos de un largo total de casi diez metros, de los siglos I y II y detallan a un hombre cazando, a un gladiador descansando luego de una pelea, y a cuatro jóvenes luchando contra un toro.

Fue la residencia de la familia real portuguesa en el siglo XIX y hoy se destaca en la ciudad de Sintra (Portugal) por su estilo arquitectónico tan particular. El Palacio de Pena combina los estilos romántico y renacentista con el gótico e islámico. Los verdes arbustos que lo rodean le dan un toque especial en contacto con la naturaleza.

Lo más llamativo de esta residencia real es su arquitectura, o, más bien, los varios estilos de distintas escuelas utilizados, claramente observables hasta por el menos adepto en esta área: hay elementos del neogótico, neomanuelino, neoislámico, neorrenacentista y hasta colonial, que logra un efecto exótico que fascinaba a muchos en aquella época.

Ubicada en la Región de Magallanes, Chile, este lugar se diferencia de cualquier otra isla por una característica notoria y distintiva: está habitada por miles de pingüinos. Por esta razón, se convierte en un destino ideal si al viajero le interesa conocer cómo habitan estos animales. El consejo indispensable: llevar la cámara lista para tomar fotos sin invadir a las aves en su hábitat natural.

La Isla Magdalena es una de las pingüineras más notorias de Chile, y se la conoce popularmente como el Monumento Natural Los Pingüinos. La pesca está prohibida por esta zona, ya que es un importante refugio natural de distintas especies: el pingüino de Magallanes, el cormorán, y lobos marinos, por supuesto.